El tratamiento con toxina botulínica, consiste en inyectar pequeñas dosis en los músculos responsables del movimiento de la mandíbula, reduciendo la actividad muscular y aliviando los síntomas del bruxismo. Esta técnica es ideal para personas que rechinan o aprietan los dientes de forma involuntaria, especialmente durante la noche, ya que desinflama el área tratada consiguiendo un rostro más armónico y juvenil.
La sesión dura entre 15 y 30 minutos en los que inyectamos la toxina botulínica en los músculos maseteros, que son los principales responsables del movimiento de la mandíbula. El procedimiento es generalmente bien tolerado y no requiere tiempo de recuperación, por lo que puedes retomar tus actividades diarias de inmediato.
Los efectos del tratamiento suelen ser visibles en unos pocos días y pueden durar entre 4 y 6 meses. Los clientes suelen notar una reducción en el rechinamiento de los dientes y la tensión mandibular, lo que mejora significativamente su calidad de vida.
En la gran mayoría de casos, una sesión es suficiente para conseguir los resultados deseados. Para prolongar los resultados en el tiempo, recomendamos realizar sesiones de mantenimiento periódicas.
La sesión dura aproximadamente 15 a 30 minutos, dependiendo de la cantidad de inyecciones necesarias. El procedimiento es rápido y eficiente, permitiendo al cliente retomar sus actividades diarias casi de inmediato.
El tratamiento puede ser ligeramente incómodo, pero no doloroso. Se utiliza una aguja muy fina y, en algunos casos, se aplica anestesia tópica para minimizar las molestias. La mayoría de los clientes describen la sensación como leves pinchazos.
Pueden incluir sensibilidad y molestias temporales en el sitio de la inyección. En casos raros, puede haber debilidad temporal en los músculos masticatorios. Estos efectos suelen desaparecer en pocos días, y nuestro equipo estará disponible para cualquier consulta post-tratamiento.
Sí, es seguro cuando es administrado por nuestro equipo altamente cualificado. Utilizamos únicamente materiales aprobados y seguimos protocolos estrictos de seguridad para garantizar la eficacia del tratamiento.
Los efectos pueden durar entre 4 a 6 meses. Para prolongar los resultados y mantener la reducción de los síntomas, recomendamos realizar sesiones de mantenimiento regulares.
No se requiere preparación especial, pero es recomendable informar al médico sobre cualquier medicamento o condición médica relevante. Evitar el consumo de alcohol y medicamentos anticoagulantes antes del tratamiento puede ser beneficioso.
Evitar actividades que tensionen la mandíbula durante las primeras 24 horas. Se recomienda no masajear la zona tratada y seguir las instrucciones específicas del médico para garantizar una recuperación óptima. Nuestro equipo proporcionará una guía detallada de cuidados post-tratamiento y estará disponible para responder cualquier pregunta.
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